Chlamydia trachomatis es una bacteria causante de una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más frecuentes. El problema principal que nos encontramos con ella es que la mayoría de las veces cursa con pocos o ningún síntoma, con lo que hay muchas personas que son portadores de esta bacteria sin saberlo y la pueden transmitir a sus parejas sexuales.
Cómo detectar la infección por Chlamydias
Casi el 90% de las mujeres que contraen Chlamydia van a ser asintomáticas. El lugar que más frecuentemente se infecta es el cuello del útero y también es relativamente frecuente que afecte a la uretra (el conducto por el que la vejiga se vacía de orina). Si no se trata, la infección puede ascender hacia el útero y las trompas. Esto causaría una infección pélvica que, en ocasiones, puede dañar las trompas y dar lugar a infertilidad y dolor pélvico crónico. También es posible que se produzca infección del recto si se practica sexo anal.
Además de los pocos síntomas que causa, otra dificultad que nos encontramos como ginecólogos en Gijón a la hora de diagnosticar una infección por Chlamydias es que, incluso cuando causa síntomas, estos son poco específicos y fáciles de confundir con los causados por infecciones de otro tipo u otros problemas ginecológicos; los más frecuentes son:
- Dolor pélvico
- Sangrado vaginal fuera de la regla o tras las relaciones sexuales
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Flujo vaginal anómalo
- Dolor o sensación de quemazón al orinar
Dado que el diagnóstico basado solamente en los síntomas o la exploración es difícil, suele ser necesario tomar una muestra del cérvix (o de la uretra en el caso de los hombres) para analizar la presencia de Chlamydia. Una vez realizado el diagnóstico existen varios antibióticos que funcionan bien contra esta bacteria si se toman correctamente. En este aspecto hay tres puntos fundamentales:
- Es imprescindible completar el tratamiento pautado, aunque los síntomas hayan desaparecido.
- La pareja o parejas sexuales que se hayan tenido en los dos meses previos al diagnóstico deben tratarse también.
- Hay que evitar las relaciones sexuales durante al menos una semana desde el tratamiento (cuando se emplea una dosis única de antibiótico). O durante todo el tiempo que dure el mismo, en caso de pautas de 7 ó 14 días de duración.
Siempre que se diagnostique una infección por Chlamydia es interesante realizar un nuevo test a los tres meses para comprobar que no se ha producido una reinfección. Para prevenir esta infección (y la mayoría de ITS) es necesario emplear preservativo durante toda la relación sexual, ya que no es necesario que haya eyaculación para que se produzca el contagio. Y, también para prevenir tanto Chlamydia como otras ITS, es importante tener en cuenta que no se deben tener relaciones si nuestra pareja tiene síntomas. Algunos de ellos son molestias al orinar, flujo vaginal o exudado uretral anómalo o molestias genitales. Ponte en contacto con nuestra clínica si crees que puedes tener este tipo de infección. Estaremos encantados de asesorarte.